
Un terremoto de gran magnitud de 7,8 grados en la escala de Richter sacudió Turquía y Siria en la madrugada del lunes, causando un saldo de más de 1.400 muertos y 7.000 heridos en ambos países. El epicentro del temblor se encontraba en la región de Kahramanmaras, a unos 600 kilómetros al sudeste de Ankara, y tuvo una profundidad de 7 kilómetros.
Durante el sismo, muchos edificios se derrumbaron y hubo cientos de personas atrapadas en los escombros.
La ciudadela de Alepo, que es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, también resultó dañada, con una parte del molino, muros de defensa y la mayoría de la cúpula de una mezquita cayendo. Las bajas temperaturas y la nieve en la zona hacen las tareas de rescate más difíciles.

En Siria, la situación es aún más complicada debido a la guerra civil que azota el país y a la división de la zona afectada entre el gobierno y la oposición. Según informes, al menos 592 personas han fallecido y 1.508 han resultado heridas en territorio sirio.
Además, un segundo terremoto de magnitud 7,6 sacudió el sureste de Turquía, que ya había sido afectado por el primer terremoto y varias réplicas, complicando aún más la situación.
Fuente : https://www.clarin.com/