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Catastrofe ambiental en Ohio y los medios viendo ¿Ovnis?

El viernes 3 de febrero, un tren que transportaba productos químicos tóxicos descarriló en East Palestine, cerca de la frontera entre Ohio y Pensilvania. El incidente causó un incendio masivo y obligó a los residentes de la zona a abandonar sus hogares por temor a los peligros que podrían resultar de la inhalación de los humos. Según The Washington Post, cinco de los 50 vagones descarrilados que conformaban el tren transportaban cloruro de vinilo, un químico peligroso e inodoro utilizado principalmente en la fabricación de plásticos como revestimientos de cables y materiales de embalaje.



Los equipos de emergencia iniciaron una quema controlada de los vagones y los químicos derramados para evitar una explosión más peligrosa, según The Guardian. Los expertos advirtieron que esto crearía una columna de fosgeno y cloruro de hidrógeno en la región y pidieron a los residentes que abandonaran el lugar.



El tren, que pertenecía a la compañía ferroviaria Norfolk Southern, transportaba los productos tóxicos desde Madison, Illinois, a Conway, Pensilvania. Las causas del descarrilamiento aún se desconocen y no se han reportado heridos ni daños a estructuras.

De los más de 100 vagones del convoy, 20 transportaban materiales peligrosos clasificados como cargas que podrían representar un peligro inflamable, combustible o ambiental. El cloruro de vinilo, un carcinógeno relacionado con un mayor riesgo de cáncer de hígado, estaba siendo transportado en cinco vagones que descarrilaron. Según el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU., la inhalación prolongada de este químico puede causar cáncer de pulmón, de sangre y otros tipos de cáncer.



La quema del cloruro de vinilo, que libera cloruro de hidrógeno y fosgeno, puede ser letal. El fosgeno es un gas incoloro muy tóxico que se utilizó como arma durante la Primera Guerra Mundial. Este incidente sirve como un recordatorio sobre los descarrilamientos de trenes con sustancias tóxicas mortales que ocurren en Estados Unidos, según Ron Kaminkow, ex ingeniero de carga de Norfolk Southern y secretario de Railroad Workers United.

Alrededor de 25 millones de estadounidenses viven en zonas de riesgo de explosión de un tren petrolero. Según estimaciones, los ferrocarriles transportan una media de 4,5 millones de toneladas de productos químicos tóxicos.


Coincidiendo con esta catástrofe, se produjo otro evento extraño en Estados Unidos que acaparó la atención de todos los medios y altos cargos del Gobierno: la presencia de globos espías chinos y el avistamientos de varios ovnis sobrevolando el cielo estadounidense.

Ante esto, decenas de personas han empezado a respaldar la teoría conspirativa de que estos hechos no son reales y simplemente se han divulgado por los medios para "encubrir" el descarrilamiento y todo el debate sobre transportar estas sustancias peligrosas: "Lo del globo chino y los ovnis no son más que cortinas de humo para ocultar el desastre de Ohio", escribía un usuario en Twitter.



Las teorías cogieron más fuerza tras la detención de un periodista que se encargaba de cubrir el descarrilamiento. Un vídeo publicado por la cadena de televisión estadounidense NewsNation muestran como uno de sus corresponsales, Evan Lambert, era empujado al suelo y arrestado por las autoridades mientras cubría una conferencia de prensa sobre el descarrilamiento de un tren que transportaba químicos tóxicos en Ohio, tal y como informa la agencia de noticias AP.

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