El secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, informó que un convoy diplomático estadounidense fue atacado en Sudán durante el conflicto entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) paramilitares. Afortunadamente, todos los miembros del convoy están a salvo y el incidente se encuentra bajo investigación.

Blinken calificó el ataque de "imprudente, irresponsable e inseguro", y señaló que las primeras investigaciones indican que fue responsabilidad de fuerzas asociadas a FAR. En respuesta, el secretario del Departamento de Estado se comunicó con los comandantes de los dos ejércitos involucrados para condenar el ataque y pedir el cese de todas las hostilidades de manera inmediata y sin condición previa.
El llamado de Blinken se suma a la declaración conjunta adoptada por los ministros de Exteriores del G7, que insta a un alto al fuego y al regreso al diálogo en Sudán en los mismos términos. Este ataque a un convoy diplomático de Estados Unidos en Sudán ha generado preocupación internacional y resalta la importancia de la seguridad de los diplomáticos en zonas de conflicto.